libros dictadura

Gerardo Jara, el humano tras Inquieta Librería: “Leer sobre dictadura nos permite leer mejor el presente”

Brincó de Pedagogía en Artes Visuales a librero y de lector empedernido a gestor cultural. También es voz en el podcast Lectura Complementaria. Inquieto, como el nombre de su proyecto, afirma que el rol de los libros es “ayudarnos a entender que la historia no nace con une”. ¿Cuáles son las páginas perdidas de Chile? Aquí, sus seis recomendaciones para entender la dictadura de Augusto Pinochet.

x Isidora Pinochet Venegas

Durante 17 años la violencia impuesta por el régimen autoritario de Augusto Pinochet no sólo afectó al pensamiento y política, sino también instauró una nueva lógica cultural basada en el miedo. La quema de libros considerados “subversivos” por militares fue sólo una más de estas expresiones.

Por este motivo, para Gerardo Jara (34), librero y gestor cultural, “no es bueno hacer sentir mal a la gente por su ignorancia sobre la dictadura, ya que hubo un mecanismo que operó con este fin”. Sin embargo, y ante cifras que indican que un 36% de las y los chilenos aún validan el Golpe de Estado (Encuesta CERC-MORI 2023), reconoce que es urgente la preservación de la memoria.

“Los libros siguen siendo algo extraño. Hay una alta cultura o alta intelectualidad, que está bien que exista, pero no ha dado un impulso más amigable con respecto a las letras. También hay un montón de gente que es súper patán y poco generosa con ese conocimiento”, sostiene.

En su caso, rebatir esa idea terminó de madurar con la Inquieta, una librería que se define como “de autor”. Fue tras un encontrón con un cliente, que —medio en broma, medio en serio— cuestionó la oferta “demasiado woke y feminista”, cuando Gerardo conoció el término. Como al elegir la decoración de nuestra pieza, este catálogo “aúna la demanda de libros con una propuesta propia”. 

LEER PARA NO OLVIDAR

¿Puede un libro ayudar a preservar la memoria? El fundador de la librería Inquieta pide unos minutos para pensar. Es una pregunta compleja, admite, porque “también hay gente que lee libros fachos y está convencidisima de que la dictadura era algo ‘que había que hacer“. 

— No es que la literatura sea buena a priori

— No, como el lema que surgió en dictadura que decía “no basta con rezar”, a veces pienso que con leer tampoco es suficiente. Sin embargo, la preservación de memoria ocurre bajo una acción que puede ser la de leer

— ¿De qué forma nos pueden ayudar los libros?

Este tipo de textos nos ayuda a entender que la historia no nace con el nacimiento de une, sino que eres parte de una sociedad donde es necesario empatizar y trabajar en conjunto. También, nos permite entender el sufrimiento o, al menos, darle cabida a otros imaginarios que no son los de nosotres, a otras vidas que no son necesariamente las de nuestres familiares cercanos. Estos libros nos permiten leer mejor el presente y ayudan a entender de dónde vienen los comportamientos de la gente y del pueblo chileno hoy en día. 

Desde distintos géneros y aristas, la literatura sobre dictadura revela, a su juicio, “una escritura tan honesta que también se hace cargo de nuestras propias verdades”. ¿Por dónde partir, entonces? A continuación, las recomendaciones  recomendaciones del librero para leer a 51 años del Golpe de Estado:

Sociología de la masacre – Manuel Guerrero

En dictadura hubo una violencia solapada y que no fue necesariamente física, sino que tuvo que ver con el control masivo y el miedo. Este ensayo —escrito por Manuel Guerrero, sociólogo e hijo de uno de los asesinados por carabineros en el caso Degollados— es una buena manera de entender cómo operó, el nivel de intelectualidad tras sus acciones y cómo se ocupó la violencia en ese sentido.

libros dictadura

La bandera de Chile – Elvira Hernández

Elvira acaba de ganar el Premio Nacional de Literatura 2024, convirtiéndose en la segunda mujer poeta en obtenerlo. Es un poema sumamente importante, ya que se escribió en dictadura y fue armándose oculto por las restricciones del régimen, pasando de mano en mano durante todo ese tiempo

En sus páginas se evidencia la careta del nacionalismo, de las ideas de Pinochet y del neoliberalismo. Una bandera de Chile muchas veces propuesta en conveniencia de ciertos grupos.

Apuntes de una época feroz – Mónica González

Lo recomiendo, sobre todo, para quienes ya leyeron La conjura: Los mil y un días del golpe, libro basal sobre la dictadura, pues permite ampliar y entrar más en profundidad a las investigaciones durante esta época. 

Escrito por una de las periodistas más importantes de Chile, Apuntes de una época feroz es de las investigaciones más agudas de las consecuencias del Golpe de Estado.

libros dictadura

La ciudad – Gonzalo Millán

La ciudad habla sobre un día en una ciudad tomada por la dictadura. Es brutal, de un impacto muy heavy, ya que a través de repeticiones, de la observación del entorno, nos va dando cuenta de situaciones, sentidos e imágenes envolventes. Es un canto, un mantra enorme sobre ser oprimido. Un ritmo que se repite, una historia que se repite.

Rostros de una desaparecida – Javier García

¿Es posible reconstruir una historia? Este libro es un relato sumamente corto que relata el esfuerzo y la investigación para tener más antecedentes de Sonia Bustos Reyes, su tía y ejecutada política por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Javier García Bustos hila los recuerdos inexistentes de un lazo familiar que no alcanzó a ser, ya que desapareció cuando él era muy chico. 

Es una historia potente y que refiere a un colectivo muy grande, de todes quienes no tienen quizá un recuerdo emotivo con sus familiares detenidos y asesinados, pero sigue estando el amor ahí, el dolor, la familia.

libros dictadura

Bonus: Formas de volver a casa – Alejandro Zambra

libros dictadura

Con este libro Zambra invita a quitarse el velo de inocencia de la infancia y entender las heridas de ese pasado. Trata de una persona que regresa a Maipú, el lugar donde creció, y cómo empieza a encontrarse con estos recuerdos de su pasado. Es un libro que se hace cargo de las personas que no sabían nada de la dictadura, con familias sin discurso político y que, de pronto, comenzaron a enterarse.

A un año de la Inquieta

Según el último estudio PIACC realizado en Chile, el 54,3% de las y los adultos no comprende lo que lee (en comparación con el promedio de la OCDE: 18,9%). Rezago lector que se manifiesta en que “mucha gente no sabe cómo llegar a estos escritos”, dice Gerardo.

Su librería propone un balance entre negocio y gusto que resume en “apelar a un público amplio”. Así, conviven en las estanterías Tolstói, Anne Sexton y Nona Fernández, además de novedades contemporáneas y juveniles, como Alas de Hierro.

— ¿Cuál es el sello de la Inquieta? 

— Generar una librería lo más amable y receptora posible. A veces pasa que une va a una librería y se siente incómodo, intimidado por la vibra, por las estanterías que te comen vivo. Y también hay personas, quizá lectores más especializados, que no encuentran títulos en grandes librerías. A mí me interesa atender esos dos problemas. Quiero que se sienta como una casa.

A un año de su inauguración, la casa de la Inquieta es visitada por jóvenes y adultos de distintos estilos. En sus paredes, reclama el derecho a que leer no tiene por qué ser un acto individual. Un espacio de libros, talleres e incluso “ventas pulgas” que llegó para quedarse y ayudar a encontrar “ese libro que no sabías, pero necesitabas leer”.

libros dictadura