Diego Cajas

VESTIR A GAGA: EL CAMINO DEL DISEÑADOR PUENTEALTINO DIEGO CAJAS

En 2020, Diego Cajas viajó desde Puente Alto a Nueva York sin contactos ni dinero, pero con la convicción de ser diseñador de vestuario en una casa de moda de alta costura. Vistió a celebridades, como Christina Aguilera y Amanda Lepore, y trabajó en lo que pudo para armar su portafolio y llegar a LUAR, estrenando una colección en la Semana de la Moda. Jamás imaginó que su primera clienta sería la persona que lo inspiró desde su adolescencia a no rendirse, caer y levantarse: Lady Gaga.

x Nicolás Urquiza Zurich

— Vamos a vestir a Mother —dijo Raúl López sin contener la emoción.

— ¿Cómo? I only have one Mother (solo tengo una madre) —respondió Diego Cajas mientras internalizaba lo que acababa de escuchar.

Diego Cajas (29) no lo podía creer. No solo su primera clienta como diseñador de la marca de lujo de sus sueños, LUAR, sería Lady Gaga, sino que confeccionaría piezas para la persona que lo acompañó musicalmente en su camino identitario desde la comuna de Puente Alto hasta la ciudad de Nueva York.

Tenía solo dos semanas para preparar junto a su compañero Jehan Vazifdar los trajes para la primera presentación en vivo del séptimo álbum de estudio de la artista, Mayhem, en el programa Saturday Night Live, donde interpretaría Abracadabra. El disco aún no se estrenaba, así que fue a través de reuniones con el equipo que vieron referencias y requerimientos de la cantante, quien también se sumó en uno de los encuentros. 

Diego había mostrado recientemente su primera colección con LUAR en la Semana de la Moda de Nueva York y no tenía tiempo para descansar, “además quería demostrar que podía hacerlo”. Lograron terminar los dos trajes para Gaga y otros diez para sus bailarines. Así, días antes de la presentación, llegó con su jefe y su compañero al hotel donde se alojaba la cantante para la prueba de calce.

Horas más tarde fueron a buscarlos, pero había una condición: solo dos personas podían subir a su pieza. A diferencia de lo que sucedió cuando Diego vio en vivo a Lady Gaga el 20 de noviembre de 2012 en el Estadio Nacional, esta vez le tocó conocerla.

“Podrían haber 100 personas en una habitación y 99 no creen en ti, pero basta con una que sí para cambiarlo todo”, dijo Lady Gaga en una entrevista viral en 2018. Para el diseñador puentealtino radicado en Brooklyn esta frase nunca había tenido tanto sentido en su vida.

NACE UNA ESTRELLA

Era 2012. Lady Gaga estaba de gira mundial con el Born This Way Ball Tour, promocionando su segundo álbum de estudio lanzado el año anterior y con el que llegó al número uno en 28 países y vendió más de dos millones de copias en la primera semana. Diego Cajas, de 17 años, tenía su entrada y decidió que estaría lo más cerca de la cantante cuando pisara el Estadio Nacional en noviembre.

Solo había una forma de hacerlo: acampar afuera del recinto, donde se mantuvo por 12 días para asegurar su puesto en primera fila. Allí conoció a personas a quienes hoy llama amigxs, pero también pasó frío, sintió hambre y miedo. Todo el esfuerzo valió la pena cuando llegó el 20 de noviembre y le dijeron que entraría al Monster Pit, un lugar especial al medio del escenario donde solo las primeras 100 personas en llegar podrían presenciar de cerca el primer show de la Madre Monstruo en Chile.

Diego Cajas

Mientras interpretaba su sencillo ‘Marry The Night’, Gaga tenía la costumbre de escoger fans para un backstage después del show. Diego quería ser unx de lxs elegidxs, pero cuando vio el dedo de Gaga apuntar a distintas personas que estaban a su lado y no a él, todo se desplomó. “No podía sentirme más triste. Ese día decidí que la conocería alguna vez”, cuenta.

En esa época el diseñador trans no binarix decidió estudiar diseño de moda en Inacap, soñando con vivir en Nueva York y trabajar en las casas de moda más importantes. Sus profesoras, especialmente dos de quienes atesora sus consejos, lo alentaban a perfeccionarse, resaltando su facilidad y talento al confeccionar corsets. Y una de sus mentoras, Karla Villarroel, le decía con certeza: “Diego, de aquí a Nueva York”.

En 2019 consiguió viajar a la ciudad estadounidense para conocer lo que solo había visto en películas y videos. Su enamoramiento fue instantáneo. “Siempre vi este lugar lleno de personas queer y aquí me encontré, pude ser esa identidad que en Chile no podía”, relata. En el avión de regreso se prometió a sí mismo volver, pero no de visita, sino que a vivir.

Cuando llegó la pandemia, todo pareció desmoronarse, menos su convicción. Reunió sus pertenencias y, con el apoyo emocional de su madre y su padre, se fue. “Vine como inmigrante ilegal, sin conexiones, contactos, amigos ni familia; solo con la meta de hacer lo mío”, cuenta.

Trabajó en lo que pudo para seguir su carrera de diseño, llegando a vestir a Doja Cat, Christina Aguilera, Kali Uchis, Amanda Lepore y Paloma Mami, entre otras celebridades. Tiempo después, ya con 30 años, vio un aviso de práctica para la marca de lujo LUAR, creada por el dominicano queer criado en Nueva York, Raúl López. “Pensé que ya estaba vieja para eso, pero aquí funciona distinto, así que postulé con mi portafolio, mi única carta bajo la manga”, recuerda emocionada, “como Gaga en el video de Marry The Night al mostrar que lo iba a arriesgar todo por entrar a la disquera Interscope Records”.

Lo voy a lograr, seré una estrella. ¿Sabes por qué?”, lanza Lady Gaga acostada en una camilla de hospital en el video que menciona Diego, “porque no tengo nada más que perder”.

Diego Cajas

VESTIR A UNA LEYENDA

No recuerda la subida en ascensor ni la despedida. Diego estaba en modo trabajo y nada lo desconcentraba. El little monster, como llama la cantante a sus fans, quedó en el lobby del hotel. La primera imagen que tiene en su cabeza es a los guardaespaldas abriendo la puerta, el suelo lleno con cientos de zapatos, colgadores atiborrados de ropa y a Lady Gaga, que lo recibía mientras le daba las gracias por estar ahí para la prueba de vestuario.

“Ella se involucra mucho en el proceso, tiene gran conocimiento del diseño y es muy profesional”, cuenta Diego, “Sabía lo que quería y en qué tela, sobre todo porque este era su gran regreso a la música. Me preguntó si el sombrero se movería porque ‘recuerda que es dance or die (baila o muere, frase del video de su sencillo Abracadabra)’ y pude asegurarle que todo estaría bien”, rememora.

A Gaga le encantaron los diseños. “Tuvimos que hacer ajustes menores y trabajé en los trajes mientras ella los usaba y comentaba; estaba vistiendo a una leyenda”, comenta. Diego sentía que su trabajo, junto a sus compañerxs, estaba cumplido. “Fui yo el que hizo el calce, pero era el little monster de Puente Alto el que estaba con ella en la habitación”, reflexiona emocionada. El corset interno que le hizo no fue utilizado, pero la cantante se le acercó, le tomó el brazo y le agradeció por pensar en esa pieza para ella.

Y así fue. Durante las presentaciones de sus dos sencillos, Lady Gaga vistió los trajes confeccionados por el chileno y su equipo, sin percances y contribuyendo a la viralización de las interpretaciones días después del estreno oficial de ‘Mayhem’.

Diego Cajas

Desde 2012 que Diego no tenía a Lady Gaga tan cerca. La iba a ver para su show de Rock In Rio en 2017, pero fue cancelado el día anterior. Dice que le gustaría verla en su show gratuito en Río de Janeiro el 3 de mayo de este año, pero su situación en el país norteamericano no se lo permite.

Las políticas antimigrantes del presidente Donald Trump lo han obligado a salir con miedo y cambiar las rutas que usa para llegar a casa. “Todas las mañanas me despido de mi esposo pensando que quizás no volveré en la noche”, afirma, “pero mi mamá siempre me dijo: ‘Haz las cosas, que el miedo no gane. Hazlas con miedo, pero hazlas’”.

Pasar de cumplir el sueño de su vida a ver cómo el ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas) deporta a compatriotas y coterráneos de Latinoamérica, “es horrible, sobre todo porque se llevan a las que se ven como yo, no a las blancas”. Incluso le pidió a sus compañerxs de equipo que le maquillaran los tatuajes de su cara cuando tuvo que ir a la policía por un trámite. “Fue como revivir la violencia policial del estallido, pero en Nueva York, donde me había sentido siempre segura”, dice.

Diego no piensa detenerse. “Toda mi vida me han violentado por mi forma de ser y vivir, lamentablemente es lo que le toca a una, pero debo y quiero seguir creando”. Y pese al escenario adverso, su esposo y sus amigues son su refugio, además de activistas y artistas que se han pronunciado en contra de las políticas anti enfoque de género del presidente. Como Lady Gaga en la reciente entrega de los Grammys al decir que las personas trans merecen ser amadas, un golpe directo a Trump.

“Gaga ha sido parte de mi transición, de mi identidad, de mi interés por la moda y el arte. Con sus creaciones entendí que está bien ser un bicho raro. Ella ha sido el hilo conductor de tantas cosas en mi vida y como yo hay más monstruosas que nos encontramos y formamos familia por ella”, concluye.